N, tiene 10 años y la Corte Suprema Bonaerense rechazó que sea enviado a vivir con su padre, en España. Victoria, su mamá, celebró la decisión. «Hoy, podemos hablar de un final feliz», dijo.

Con 4 votos contra 3, la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires rechazó la restitución de un niño de 10 años a España, país en el que vive su padre.

Se trata del caso de N, quien vive en Pilar junto a su madre, Victoria, lugar en el que se radicaron luego de volver de España, donde nació el pequeño.

Todo comenzó cuando Victoria y quien era su pareja, se conocieron en Argentina y por cuestiones laborales se mudaron a Madrid.

Allí, tres años después, nació el niño, pero la relación de pareja estaba deteriorada y Victoria decidió volver a la Argentina, en 2016, habida cuenta de que tampoco pudo validar su título de arquitecta por lo que no tenía posibilidades de trabajar.

A partir de allí, comenzó una lucha que la llevó a ella y al pequeño a peticionar ante autoridades para que el niño no sea enviado al viejo continente a vivir con su padre, algo que el niño rechazó en toda oportunidad.

En diálogo con el programa radial Agenda Propia, de FM Estudio 2 (105.9), Victoria relató que al ella decidir regresar al país lo hizo con el aval de la Justicia española.

Sin embargo, al año de haberse instalado en Pilar, el padre del niño inició una demanda de restitución.

Un juez de Madrid dictaminó que la tenencia y custodia seguía siendo materna pero debía ejercerla en España.

«Me obligaban a mudarme, lo que era imposible desde todo punto de vista», declaró la mujer quien a partir de allí encaró una lucha que duró 5 años.

«Hemos transitados por un montón de juzgados y pericias. Pero hubo algo central y fue que N. habló ante los jueces de la Corte de la Provincia. Tuvo él una audiencia con los magistrados. Siempre manifestó desde el primer momento que él quería quedarse acá, en Argentina», contó la mujer.

Los procesos que transitó el menor fueron exhaustivos y su mamá recalcó que en las sucesivas audiencias «lo oían, pero no lo escuchaban». «Para él era una impotencia que manifestara lo que quería y que nadie lo escuche», completó.

Finalmente, luego esos agotadores años, llegó la resolución tan esperada. «Estamos en shock, hace 5 años que estamos en esta lucha que es un problema a nivel nacional e internacional. Hemos pasado por muchas etapas negativas y muy difíciles pero hoy, podemos hablar de un final feliz», cerró Victoria.