Uso de tapabocas y nariz, distancia entre alumnos y maestros, grupos reducidos y horarios acotados, limpieza de las aulas y ventilación natural, las claves para evitar contagios de coronavirus.

El programa denominado Plan Jurisdiccional de la Provincia de Buenos Aires para un regreso seguro a las clases presenciales», establece las pautas y criterios que se utilizarán para el retorno a las aulas.

Fue elaborado por la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, en octubre del año pasado, y regirá tanto para escuelas de gestión pública como privada.

El documento, de 71 fojas, ya comenzó a ser girado a cada uno de los establecimientos, donde se fijan los protocolos que se deberán adoptar para evitar contagios de coronavirus, como ventilación natural de los espacios, distancia entre alumnos y docentes, y limpieza de las aulas y sectores comunes.

También, establece cómo se deberá actuar en caso de que se detecte un caso positivo o sospechoso de COVID entre los alumnos o en los maestros.

«El regreso a clases presenciales se realizará de manera progresiva, en etapas, en el momento y en los distritos que disponga el Gobierno de la provincia de Buenos Aires de acuerdo con la evaluación de riesgo epidemiológico (...)», aclara el texto al que tuvo acceso Pilar de Todos y que íntegramente se publica al pie de esta nota.

«La primera etapa prevé actividades presenciales para las y los estudiantes de los niveles Primario y Secundario cuya continuidad pedagógica no presencial se ha visto afectada. Esto incluye a estudiantes cuyo vínculo con la escuela durante la pandemia ha sido intermitente o nulo y a quienes si bien sostienen el vínculo cotidiano registran una baja o nula devolución de las propuestas pedagógicas realizadas por sus docentes», agrega.

En ese sentido, se expone que quienes tendrán prioridad, además, serán los alumnos de los últimos años de primaria y secundaria.

 

Los protocolos

Los protocolos diseñados por el gobierno provincial establecen que serán convocados los alumnos a concurrir a clases conforme el establecimiento vaya siendo adaptado a la nueva realidad, pero que se mantendrán subgrupos de 15 alumnos como máximo por aulas, que deberán mantener una distancia entre ellos de 1,5 metros, aunque en el nivel inicial será de 2 metros.

El docente, dentro del aula, en tanto, deberá estar a 2 metros de los estudiantes, establece el texto.

El ingreso y egreso de la escuela será en horarios alternados para los distintos grupos, de modo tal que compartan estos momentos la menor cantidad de personas.

Asimismo, se efectuará el control de temperatura corporal a quienes ingresen al establecimiento educativo. Sólo quienes tengan temperatura de hasta 37.4ºC podrán entrar a las escuelas, por lo que todos los servicios educativos deberán contar con termómetro digital.

Además, habrá jornadas de «clases presenciales reducidas con una duración de 3 horas y medio como máximo», procurando mayor tiempo de clases para los años de estudio priorizados.

Durante la primera etapa, la jornada máxima de estancia en la escuela será de 2 horas. Las clases presenciales se organizarán en bloques de una duración máxima de 90 minutos, separados entre sí por un tiempo de descanso de 15 minutos.

«En ese lapso deberá realizarse la higiene personal de estudiantes y docentes y la ventilación de los ambientes. Durante esos momentos se deberá mantener distanciamiento de 2 metros como mínimo; uso permanente de tapaboca, cubriendo por completo la nariz, boca y mentón; evitar contacto físico de todo tipo como besos, abrazos, apretones de manos, puños, entre otros; no compartir juegos, celulares, objetos personales», señala el protocolo.

«El uso de tapaboca nariz es obligatorio durante el tiempo que dure la permanencia en la escuela para la totalidad de las y los estudiantes desde el nivel Primario en adelante. Las y los docentes utilizarán siempre máscaras de acetato y tapabocas. Las y los auxiliares utilizarán siempre antiparras (o máscaras de acetato) y tapaboca nariz. En caso de que el espacio de aprendizaje sea reducido (por ejemplo, sala de talleres) las y los estudiantes deberán utilizar tapaboca y máscara de acetato. Los elementos de cuidado personal son individuales y no deben compartirse», estableció la Dirección General de Cultura y Educación, organismo que proveerá de esos elementos al personal docente y auxiliar, además de «contar cada escuela con tapabocas nariz para el caso que algún estudiante no lo lleve o se le rompa durante la jornada escolar», reza el documento oficial.

Si bien los protocolos establecen que la distancia social de 1,5 metros entre alumnos y de 2 metros entre alumnos y docentes deberá respetarse siempre, considera que en caso de acortarse debido a la situación pedagógica, o debido a que se trata de un lugar que no permite esa distancia, el tiempo de permanencia no deberá superar los 15 minutos.

El Programa determina que los establecimientos educativos contarán con elementos de higiene para el lavado de manos (jabón y toallas de papel descartables) y de dispensadores de alcohol en gel antibacterial o alcohol líquido al 70%.

Además, se realizará la limpieza y desinfección de los espacios comunes cada 90 minutos; las aulas se limpiarán y desinfectarán en los cambios de turno, al tiempo que «la ventilación natural es obligatoria en todas las instalaciones».

«Si por cuestiones climáticas no es posible mantener puertas y ventanas abiertas en forma permanente, se deberán abrir cada 90 minutos para permitir el recambio de aire», advierte el protocolo sanitario.

Por otro lado, las pautas indican que los alumnos deberán sanitizar mochilas y abrigos, no podrán abrirse los kioscos escolares y está prohibida la venta de alimentos en el establecimiento. Aunque cada estudiante podrá llevar su colación, que no podrá compartirla con otros estudiantes, aunque sí seguirá funcionando el Servicio Alimentario Escolar.

 

Casos sospechosos o positivos

El plan fija la «prohibición de concurrir a la escuela cuando la persona y/o algún conviviente presente algún síntoma compatible con Covid-19».

«El regreso a la institución educativa, tras esta situación, tendrá lugar en el momento en el que un profesional de la salud o la autoridad sanitaria correspondiente, lo autorice. Ante la identificación de personal y/o estudiantes con síntomas compatibles con Covid-19, se procederá al aislamiento de la persona en el sector previamente identificado para ese fin. La persona deberá permanecer con tapabocas y nariz y protección de mascarilla (máscara facial de acetato/plástico)», fija el plan para evitar la propagación del coronavirus.

Sin embargo, utiliza distintos criterios para el caso de alumnos con COVID o sospecha, y docentes.

«Si se presenta un caso sospechoso dentro de un grupo estudiantes, el grupo no deberá concurrir a la escuela hasta que se confirme o descarte presencia de Sars-CoV-2 en esa persona. Si el caso sospechoso se confirma, el grupo de estudiantes será considerado contacto estrecho del caso confirmado y, en consecuencia, deberá permanecer aislado durante catorce días a partir de la última exposición con el caso confirmado, y autoreportar síntomas a través de la aplicación CUIDAR. Si el caso sospechoso es descartado por la autoridad sanitaria competente, el grupo de estudiantes se reintegra a clase según la organización preestablecida. La o el docente que haya mantenido el distanciamiento adecuado (más de 2 metros con uso de tapabocas y mascarilla de acetato) con el grupo podrá seguir dando clases al otro grupo. Si se implementaron correctamente las pautas obligatorias establecidas en este plan jurisdiccional, los demás cursos/grupos/secciones y la totalidad de las y los trabajadores del establecimiento podrán seguir con las tareas establecidas», sostiene el programa.

«Si el caso sospechoso o confirmado atañe a una o un docente frente al curso, la o el docente deberá aislarse y seguir las indicaciones de la autoridad sanitaria correspondiente. Si mantuvo el distanciamiento adecuado (2 metros con uso de tapabocas y mascarilla de acetato) con el grupo (de alumnos), éste podrá continuar con las clases presenciales con otro docente. Si el caso sospechoso o confirmado corresponde a una trabajadora o trabajador de la educación que no estuvo frente a un curso, la o el trabajador deberá aislarse y seguir las indicaciones de la autoridad sanitaria correspondiente. En estos casos, las actividades del establecimiento podrán continuar con normalidad», agrega el documento.

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