El titular de Salud de la Comuna expuso que es necesario ir hacia más restricciones, debido a la alta demanda de uso de camas.
Preocupa en Pilar el alto nivel contagios por coronavirus que se siguen registrando en el distrito, lo que repercute a su vez en el uso de camas de terapia intensiva.
Si bien la Comuna pasó de tener 9 camas con respirador a casi 70, el avance de la segunda ola se traduce en una ocupación que en determinadas jornadas se acerca al 82%, y que generalmente oscila en torno al 70% y 80%.
Al igual que lo que ocurre en el AMBA, las restricciones aplicadas semanas atrás sirvieron para evitar que la vertiginosa curva de infecciones sigue creciendo a una velocidad inusitada, pero en la última semana se redujo la velocidad de la caída en los nuevos casos, que empiezan a mostrarse estables, en un promedio diario en torno a los 300 afectados.
En ese contexto, pese a que Pilar aún cuenta con posibilidades de ampliar aún más su capacidad, la alerta radica en que se estaría entrando al invierno con un piso altísimo de casos, lo que pondría mucha más tensión al sistema, que no solo tiene que ver con cantidad de camas o respiradores, sino con el recurso humano, extenuado tras casi un año y medio de pandemia.
“Estamos con un nivel muy alto de casos diarios fundamentalmente en el AMBA, y Pilar no escapa a esa tendencia Si bien bajó respecto a hace 20 días, se amesetó en casos altos, y estamos entrando en el invierno. Y eso hace resentir el sistema sanitario. Si bien no está colapsado, tiene un nivel de saturación alto y nos preocupa y nos tiene en alerta para los próximos días”, expuso el titular de Salud de Pilar, Hernán Galimberti.
En una entrevista con el programa Agenda Propia FM (105.9), Galimberti reveló que pese a que las camas de cuidados críticos se han aumentado (ya son unas 70), la ocupación llega al 80%.
En ese sentido, y a pocos días de que venzan las actuales limitaciones, pidió que haya más restricciones para evitar el colapso.
“Las restricciones desde el punto de vista médico son importantes, sé que una restricción total es muy difícil desde lo político, pero desde lo sanitario debemos para los contagios. Y para eso es importante bajar la circulación y extremar los cuidados personales. El porcentaje (de uso de camas) es alto, ronda entre un 70% y 80 %, y eso que hemos fortalecido el sistema desde el inicio de la pandemia con camas nuevas, hospitales nuevos, respiradores, terapias en los hospitales Sanguinetti, Falcón en ala de adultos, Derqui, lo que hizo que podamos contener esta segunda ola que impactó mucho más que la primera. Y los pacientes que entran a terapia, que la edad es menor a la del año pasado, ocupan camas en un promedio de 20 días”, añadió.
Restricciones
Las actuales 70 camas con las que cuenta el sistema público de Pilar pueden ampliarse a 12 más. Pero, por ejemplo, la semana pasada llegó a haber 50 pacientes con respirador, además de otros que hacen uso de los espacios por otras patologías.
Entra con tal nivel de ocupación al invierno, es la gran preocupación de las autoridades, donde no solo entran en juego el número de camas, o como ya se mencionó la disponibilidad del recurso humano, sino también de insumos claves como el oxígeno o sedantes.
“Lo que llama la atención es la baja de la edad de fallecidos, menores de 60 años, que era raro ver el año pasado, lo que preocupa y hace que el sistema se resienta, porque son pacientes que están internados de manera prolongada en terapia. En el pico de la semana pasada llegamos a tener 50 pacientes respirados. Estamos próximos a un invierno con un nivel de casos diario alto. Son muchos meses de trabajo que hace que el sistema sanitario pida por favor que haya cierta restricción y cuidados en la gente que no termina de ver lo que pasa dentro de los hospitales, que es una situación delicada”, agregó.
“Desde lo médicos y sanitario hay que restringir un poco más y que la gente se cuide más, con tapaboca, distanciamiento, ventilación. Disminuir la circulación un poco más, sé que es difícil. Y continuar con la vacunación. Son herramientas importantes para frenar el pico de la pandemia. No hacer reuniones familiares, sociales, es algo que se puede hacer indistintamente de una ley o un decreto que lo imponga; la responsabilidad social es muy importante, para no caer en fase 1, que es lo que uno no quiere”, cerró.